Vehículos que se hablan II
Dentro de los diferentes ensayos que pudimos probar en el INTA, el de la posible colisión en un cruce resultaba el más espectacular. Situados a una distancia prudencial de un cruce, nos disponíamos a tomar cierta velocidad sentados al volante de un Chevrolet mientras veíamos como, desde un punto distinto, otro vehículo hacía lo mismo dirigiéndose exactamente al mismo lugar que nosotros. Nuestra velocidad debía llegar a, aproximadamente, 60 kilómetros por hora, y debíamos confiar en que el vehículo iba a frenar en caso de posible colisión. Efectivamente, un aviso acústico nos indicaba de la posibilidad de un accidente. Si, aun así, insistíamos en nuestra trayectoria, el vehículo podía llegar a accionar los frenos por su cuenta para evitarlo. El nuevo automóvil está cada día más cerca...
No hay comentarios:
Publicar un comentario